Bok bajo la Vía Láctea

La brillante Vía Láctea se extiende sobre el Telescopio Bok de 2,3 metros de la Universidad de Arizona en el Observatorio Nacional Kitt Peak (KPNO), un Programa de NOIRLab de NSF. El telescopio Bok debe su nombre al astrónomo Bart Bok, anterior director del Observatorio Steward, que pertenece a la Universidad de Arizona. Es uno de los telescopios ópticos más grandes de Kitt Peak, operado exclusivamente por el Observatorio Steward.

Dentro de la banda de la Vía Láctea, justo a la derecha del telescopio Bok, se puede distinguir la constelación de Orión (El Cazador) por su característico cinturón de tres estrellas. Justo debajo del cinturón se encuentra la Nebulosa de Orión (Messier 42), que marca la espada de Orión. A su derecha, en un ángulo de 45 grados, se encuentra la constelación de Tauro (El Toro), con un patrón estelar en forma de “V”. A la derecha de Tauro, y “protegidas” de Orión, se encuentran las Pléyades (las Siete Hermanas), un cúmulo estelar abierto también conocido como Messier 45. Las ondas de choque de estrellas recién formadas excitan las nubes de hidrógeno molecular, creando las brillantes regiones rojas que rodean a estas estrellas, y que resaltan al aplicar técnicas de fotografía de cielo profundo, como las utilizadas en esta imagen.

A la izquierda del horizonte, las luces de la ciudad de Nogales, una remota zona de Arizona, iluminan la característica forma del Telescopio Solar McMath-Pierce, que fue durante muchas décadas el telescopio solar más grande del mundo. Al lado derecho de la imagen, el cielo no está iluminado por luz artificial, sino por la luminiscencia nocturna (airglow, en inglés), un fenómeno natural en la atmósfera. Atravesando la Vía Láctea podemos observar la luz zodiacal, un tenue resplandor de luz solar dispersa causado por el polvo del Sistema Solar.

Esta foto fue tomada como parte de la Expedición Fotográfica de NOIRLab 2022 realizada en todos los sitios de NOIRLab. Tomáš Slovinský, el fotógrafo, es Embajador Audiovisual de NOIRLab.